Hace unos días decidí que debía renovar mi foto de perfil de varios sitios sociales como facebook, twitter etc. También recientemente, por temas de trabajo, he tenido la necesidad de renovar mi foto corporativa. Entre las opciones disponibles, he decidido hacerla yo mismo....vaya, lo que sería un autorretrato. Te explico a continuación cuál ha sido todo el proceso:
El escenario
Claro, empecemos por el principio. La primera decisión es el escenario de la toma. Yo tuve claro que debía ser en casa. Prefería un interior a un exterior ya que en la época en la que estamos ya (Noviembre) pensé que lo más cómodo era hacerlo en casita. Además ya tenía pensado un par de rincones de la casa dónde podría hacer las fotos. Ambos rincones tienen una pared sin ningún tipo de distracción, cosa que permitiría tener un fondo uniforme, justo lo que necesito para mi foto.
El primero de los rincones es una habitación que utilizamos como estudio con el ordenador y los libros (sí sí, ¡también la plancha!). Es una habitación relativamente pequeña por lo que el margen de maniobra es menor. También en la pared del fondo hay un cuadro colgado y el interruptor de la luz, cosa que pretendía evitar tratando de encuadrar justo en la zona libre de estos elementos. El segundo rincón que tenía pensado era el comedor. Allí el margen de maniobra es mayor ya que el espacio es más grande, y justo una de las paredes está libre totalmente de cualquier elemento. A pesar de no haber un espacio exagerado, dispongo de 3-4 metros libres para moverme.
Finalmente, y tras algunas pruebas, la decisión fue utilizar el comedor.
El equipo utilizado
Tenía claro que necesitaba un punto de luz (flash) que iba a situar en un punto elevado por encima de mi cabeza de forma que la luz me llegara de forma lateral. Así que dispuse de mi flash SB-900 en un trípode a unos 2m de altura digamos a unos 45-60 grados de donde me iba a situar. Además coloqué un pequeño beauty-dish acoplado al flash. Este complemento permite que la
luz del flash se difumine proporcionando luz suave a toda la escena. El flash lo disparaba con un juego de disparadores Cactus V5 situados en la cámara y en el flash.
El flash está disparando en modo apertura "A". Este es un modo muy útil en los flashes de Nikon ya que permite ajustar el flash con los ajustes de la cámara. De esta forma el flash proporciona la luz adecuada para esos ajustes. Esto es importante ya que, al disparar de forma remota con unos disparadores externos, la información de la cámara no se trasmite al flash. Sin embargo, esta opción del flash de Nikon, permite ajustarlo y ya entonces podemos situarlo en cualquier punto sin que nos tengamos que preocupar por la intensidad del mismo.
Utilicé un objetivo fijo de 50mm f1.8. Este objetivo es ideal para retratos por su gran luminosidad, y a pesar de contar con una focal fija, no fue problema una vez encontrado el encuadre que mejor encajaba en la foto. Ajusté la cámara a ISO 200, f2.8, 1/200.
Coloqué la cámara en un trípode aproximadamente a 1.75m de altura y acoplé un disparador manual con la intención de evitar al máximo cualquier movimiento de la cámara.
El modelo y las poses
Bien, vamos con lo duro del tema, posar para hacer un autorretrato. Efectivamente, en general no nos gusta posar para hacer una foto, imaginad cuando uno está acostumbrado a estar al otro lado del visor. Pues nada, ánimo. Intenté ser aplicado y utilizar recursos para el momento de posar.
Primero de todo la posición ante la cámara. Tenía clarísimo que quería una pose en la que los hombros estuvieran desplazados, uno delante del otro. Quería evitar la foto con las espalda totalmente recta estilo "DNI". Girando un poco el cuerpo se consigue ese efecto resultando en una imagen más dinámica.
Por otro lado intenté colocar el hombro más cercano a la cámara un poco por debajo del otro hombro, de forma que da la sensación que "te acercas" a la cámara.
Fíjate en la fotos de más abajo. En la de la de la izquierda el hombro más cercano a la cámara aparece más elevado que el más alejado. Esto da sensación de "alejado". Sin embargo, en la foto de la derecha se produce el efecto contrario. El efecto es sutil y sólo es necesaria una pequeña diferencia de posición para conseguirlo.
Otra cosa que intenté es mover la barbilla un poco hacia adelante. Aunque sea mínimamente, este ligero movimiento hace que no se formen bolsas en el cuello y es más favorecedor que tener la cabeza totalmente recta.
Finalmente procuré tener la cabeza recta a pesar de estar de medio perfil. Quería evitar aparecer con la cabeza inclinada ya que no encuentro que sea nada favorecedor (mis amigos ya conocen esto cuando les corrijo en el momento de hacerles fotos jejeje).
Como te puedes imaginar, intenté varias opciones de posado, de un lado y del otro. La verdad es que no tengo preferencia por ninguno. Elegí finalmente una de las fotos en la que tengo una mejor expresión
La toma
Pensaba accionar yo mismo el disparador, pero me di cuenta que el cable apenas alcanza un metro. Así que decidí pedir la ayuda inestimable de Silvia, mi mujer. Con ella decidimos el mejor encuadre y la mejor posición para realizar la toma, justo en un lugar dónde el encuadre no cortara por ningún lado y colocando el flash en la posición deseada.
Silvia entonces me ayudó a hacer las fotos de forma que a medida que iba cambiando de pose, ella iba disparando la cámara.
¿Te has encontrado alguna vez en la situación de tener que hacer un autorretrato? ¿Cuál ha sido tu experiencia? Compártela en la sección de comentarios de esta entrada
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