Hacer fotos a niños - El flash (7 de 7)

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Foto de jeppe2 en Flickr



El flash

Hablemos finalmente de el flash cuando lo usamos para hacer fotos a los peques. 
El flash es un dispositivo que vamos a usar cuando disponemos de poca luz. La luz que nos va a dar el flash es una luz muy puntual y directa, es decir, una luz dura cómo hablábamos en el primer capítulo de esta serie de posts sobre hacer fotos a niños.

Si usamos el flash de forma directa, vamos a hacer uso de esta luz dura y por tanto vamos a provocar sombras y contrastes muy acentuados en el retrato que estamos intentando realizar. Esto no es malo, sólo que lo debes tener en cuenta. Si no hay otra forma de evitarlo, simplemente debes ser consciente.
Pero un momento,  ¿hay alguna forma de usar el flash y sin embargo obtener luz suave? Pues sí, sí que la hay. Veamos dos formas:

1 - Difumina la luz del flash

El principio de acción de difuminar la luz del flash es muy simple. Se trata de provocar de alguna forma que la luz puntual del flash se difumine, y que por tanto, se suavice. De esta forma obtendremos resultados más naturales y agradables. 

Actualmente se comercializan diferentes mecanismos para difuminar la luz del flash, desde los más sencillos a los más profesionales. Se trata de artilugios que se sitúan frente al flash y que difuminan la luz. Existen también muchos recursos en internet que explican soluciones “hágalo usted mismo” bastante imaginativos. Por ejemplo el que propone simplemente colocar un vaso de plástico blanco delante de la luz del flash. Tiene sentido, la luz del flash se difumina por el hecho de pasar a través del vaso de plástico y el efecto se puede apreciar inmediatamente.

2 - Haz rebotar la luz del flash

Esta solución quizá no sea tan obvia. El principio de acción es el mismo que en el caso anterior, sólo que ahora no vamos a situar nada delante de la luz del flash, sino que vamos a hacer que la luz del flash rebote en alguna superficie....por ejemplo, el techo (siempre que podamos claro está). Efectivamente, si lanzamos un flashazo hacia el techo, la luz volverá a bajar de forma mucho más difuminada. Lo que hacemos en esta ocasión es que aumentamos la superficie desde dónde proviene la luz, y por tanto la estamos suavizando.

Te pongo un ejemplo de un flash rebotado en el techo. En esta ocasión es una foto realizada en una fiesta infantil. El espacio es una sala habilitada para la ocasión que requería el uso del flash.



El flash está montado encima de la cámara y está apuntando hacia el techo. La luz obtenida es suave y no crea sombras marcadas. Si te fijas un poco, verás el destello del flash rebotando en el techo en el reflejo de las maracas. Como ves, la luz venía de la parte superior abarcando una zona bastante amplia, lo que difumina la luz y permite que obtengamos un resultado bastante natural.
Nota sobre la foto: se trata de un recorte de una foto más amplia de la que he recortado a mi hija Noa para mostrarla en esta entrada. El recorte está un poco forzado para no incluir a ningún otro niño.

En flashes externos avanzados o profesionales esta opción es bastante sencilla de llevar a cabo, ya que podemos dirigir la cabeza del flash muy fácilmente hacia el techo. Si estamos usando el flash incorporado en nuestra cámara, entonces tendremos que recurrir a soluciones que existen hoy en el mercado para hacer rebotar la luz en el techo.

Si tienes curiosidad también existen muchas soluciones “hágalo usted mismo” que están fácilmente disponibles en Internet.

Los ojos rojos

Efectivamente, los ojos rojos son el principal problema cuando usamos el flash. Los ojos rojos se producen cuando dirigimos la luz directa del flash hacia los ojos, y es el resultado del reflejo de la luz proveniente de la retina. Al estar la retina llena de vasos sanguíneos provoca que la luz reflejada sea de color rojo.

¿Cómo evitarlo? venga, te explico tres formas

1 - Difumina el flash

Efectivamente, justo lo que te acabo de contar más arriba Si difuminas esa luz intensa y la suavizas, evitarás el efecto de los ojos rojos ya que la luz no llegará de forma tan intensa a los ojos. Lógico ¿no? Ya tienes un motivo más para intentar difuminar la luz del flash o para hacerlo rebotar en una superficie amplia como el techo. Además de conseguir una luz más suave, evitarás en cierto modo el efecto indeseado de los ojos rojos.

2 - No mirar directamente a cámara

También parece lógico ¿a que sí?. Simplemente indicando a tu pequeño/a que desvíe la mirada un poco más allá de la cámara, evitaremos que el reflejo sea captado de nuevo por la cámara, y así evitamos el efecto de ojos rojos. No es necesario que desvíe la mirada demasiado, no es necesario que ahora todas las fotos que hagas sean todas ¡de perfil!. Simplemente con desviar la mirada un poco ya evitamos el efecto. Prueba por ejemplo a decirle a tu pequeño que mire un par de palmos más allá de la cámara. Extiende tu mano unos 50cm e indícale dónde quieres que mire. Con eso seguramente será suficiente.

3 - Modo reducción ojos rojos

Algunas cámaras ofrecen un modo de reducción de ojos rojos. Esto lo que hace es que simplemente lanzan unos destellos previos al flash definitivo. Esto provoca que la pupila del ojo se cierre un poco, evitando en cierta forma el efecto de ojos rojos. No es el método más efectivo pero siempre se puede probar. El principal problema es que al disparar varios destellos previos, el tiempo necesario para hacer la toma se alarga. Ya sabemos que los niños son muy movidos así que si usas el modo de reducción de ojos rojos te será un poco más complicado captar "ese momento".

Los reflejos en las gafas 

Otro típico dolor de cabeza son las gafas. Efectivamente, cuando usamos el flash y nuestro protagonista lleva gafas, tenemos un pequeño problema. El destello del flash se puede ver reflejado y arruinar una preciosa foto.

Las soluciones para evitar este efecto pasan, como en el caso anterior en: difuminar el flash, o en no mirar directamente a la cámara. El principio es el mismo, al evitar que luz intensa se refleje de vuelta en la cámara, evitaremos este efecto.

Otra forma de evitar el reflejo en las gafas, que quizá no sea demasiado práctico poner en práctica con niños, es inclinar las gafas un poquito, de forma que miren ligeramente hacia abajo. No tiene que ser mucho, simplemente un poco para que en el caso de que haya un reflejo, éste rebote en una dirección que no incida en nuestra cámara de nuevo. 


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