Foto de toolstop en Flickr |
Normalmente las cámaras disponen de la posibilidad de realizar enfoque manual o de forma automática (autofocus). El enfoque se lleva a cabo mediante un motor de enfoque que tiene la cámara o el propio objetivo. Ojo, hay algunos modelos de cámara, normalmente del segmento de iniciación, que no incorporan motor de enfoque, y que por tanto solo podrás enfocar de forma automática si el objetivo tiene motor de enfoque.
Esencialmente hay dos tipos de autofocus: por detección de fase o por detección de contraste.
Detección de fase
Este es un tipo de autofocus que utilizan muchas cámaras DSRL.
En este tipo de autofocus la cámara dispone de un par de mini-lentes que reciben dos haces de luz desde dos puntos diferentes de un espejo secundario (cámaras DSRL). Estas mini lentes están conectadas a dos mini sensores que se encargan de calcular cuanto deben mover el objetivo para obtener el punto de mayor intensidad que coincida en los dos mini sensores. Si tienes curiosidad puedes ver este esquema que te permite hacer una simulación de este método
Normalmente las cámaras incorporan varios puntos de detección, lo que a la práctica conocemos como puntos de enfoque. En las cámaras DSLR podrás definir el funcionamiento de los puntos de enfoque
Detección de contraste
La detección de contraste es método más simple que el anterior (no menos efectivo). Consiste en usar el sensor de la cámara para hacer el análisis de si está enfocada o no. Este análisis lo hace comparando puntos de contraste alto. De nuevo, puedes ver un esquema de funcionamiento de este método
Problema con el enfoque automático
Como has visto, ambos métodos analizan la imagen que reciben y esperan ciertas diferencias en la intensidad de la luz para realizar el cálculo. Bien, pero ¿que pasa si no tenemos esas condiciones? Es cierto, en ocasiones nuestra cámara simplemente no podrá enfocar porque sencillamente no puede obtener una imagen con la que realizar los cálculos
Un ejemplo de esto puede ser una escena totalmente oscura. Hoy en día las cámaras incorporan una luz auxiliar que ayuda a la cámara en estas situaciones ¿has visto esa luz roja que a veces emiten las cámaras? Esta luz permitiría iluminar la escena lo necesario para poder enfocar. Aún con eso es posible que en esta situación la cámara sea incapaz de enfocar, y se vuelva loca moviendo el objetivo arriba y abajo.
Otra situación puede ser una superficie totalmente plana como por ejemplo un cielo azul sin nubes, o una hoja de papel. Si has intentado hacer esto habrás visto que la cámara intenta enfocar sin resultado
Como solucionamos estas situaciones. Una opción es simplemente mover a enfoque manual. De esta forma podremos seleccionar nosotros mismos el enfoque adecuado. En situaciones de oscuridad, como ni nosotros mismos vamos a poder enfocar, siempre nos podremos aproximar usando las marcas de distancia que ofrece el dial de enfoque.
Zonas de enfoque
Importante también el definir las zonas de enfoque de nuestra cámara. Es decir, que zonas va a usar nuestra cámara para enfocar
- Automático: La cámara enfocará lo que tenga más cercano, vamos, lo primero que se encuentre. Juzga tu mismo si es esto lo que quieres ya que la cámara te quitará el control y decidirá por ti. Es decir, no podrás decidir si quieres enfocar un primer plano o un segundo plano
- Puntos de enfoque: La cámara enfocará la zona según caiga en alguno de los puntos de enfoque
- Puntual: La cámara enfocara en el punto de enfoque que decidamos
Una vez más nos volvemos a topar con una cuestión de preferencias. Elige el ajuste con el que más cómodo te sientas y el que más se ajuste a las circunstancias. A mi me gusta el enfoque puntual, en concreto bloqueando el punto situado justo en el medio del visor. De esta forma en el momento de disparar elijo dónde quiero enfocar, enfoco y finalmente acabo de encuadrar la toma y disparo.
Enfoque estático o continuo
Otro ajuste interesante es el de decidir si el enfoque va a ser estático o continuo. Normalmente las fotos que hacemos requieren un enfoque estático. Esto es que enfocaremos en un punto y a continuación dispararemos con la confianza que en ese intervalo de tiempo nuestro sujeto (ni nosotros) se va a mover. Esta es la situación más habitual, pero ¿qué pasa si en realidad nos estamos moviendo?. Imagínate estar haciendo fotos en una carrera ciclista. Viene el ciclista hacia nosotros, cuando está a 3 metros enfocamos y disparamos....pero vaya, el ciclista en ese pequeño intervalo se ha movido y no ha salido enfocado.
Para estas situaciones podemos elegir el enfoque continuo. Esto hace que la cámara continúe corrigiendo el enfoque a medida que el sujeto se mueve. Es decir, la cámara trata de enfocar muchas veces entre que enfocamos y disparamos.
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