CF2.3 - El obturador, velocidades y captar el movimiento

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El Obturador

Como decíamos en un capítulo anterior el obturador de la cámara es un dispositivo que controla cuanto tiempo deja pasar la luz a través de él. Es decir, normalmente está cerrado y se abre para dejar pasar la luz durante un periodo de tiempo. A este tiempo se le llama tiempo de exposición o velocidad.

Por lo tanto registramos en el sensor todo lo que pasa en un periodo de tiempo determinado, cosa que va en contra del concepto de "instantánea" verdad? Bien, sí y no. La verdad es que normalmente estamos hablando de tiempos muy cortos (fracciones de segundo), aunque hay situaciones en los que necesitaremos tiempos muy largos; de minutos incluso de horas en foto nocturna.

Velocidades

Tal como describimos en el caso del diafragma y las aperturas (números f), con las velocidades pasa algo similar. En este caso es más sencillo. Primero hay que darse cuenta que al duplicar el tiempo de exposición se duplica también la cantidad de luz que dejamos pasar. Aquí el concepto es más sencillo: 2 segundos de exposición dejan pasar el doble de luz que 1 segundo de exposición.
De nuevo, cuando entre dos velocidades representan el doble de cantidad de luz, hablaremos de paso. Igual que hicimos cuando hablamos de aperturas, las velocidades se organizan en una serie (en segundos). 1, 1/2, 1/4, 1/8, 1/15, 1/30, 1/60, 1/125, 1/250, 1/500, 1/1000, 1/2000, 1/4000 etc. La serie sigue por encima del segundo, pudiendo ser: 1, 2, 4, 8, 16 etc.

Lo habitual es trabajar en fracciones de segundo, y es por eso que las cámaras se ahorran poner el "1/" y hablan de ..., 60, 125, 250 etc. pero debemos entender que son fracciones de segundo. Coloquialmente también nos lo ahorramos y nadie dice "un quinceavo de segundo" sino que dice "quince" y ya nos entendemos. En las cámaras, cuando se pasa del segundo se suele representar como 1', 2', 4' etc.
Del mismo modo, los fabricantes suelen ofrecer pasos intermedios (medios pasos o tercios de paso) entre los pasos de la lista de arriba. De esta forma tendremos mas opciones al momento de elegir.

Como puedes imaginar, el tiempo que dejamos pasar la luz va a estar relacionado con la apertura de nuestro diafragma. Veremos esta relación, y como afecta a la "exposición" un poco más adelante en este curso.

Captar el movimiento

Llegado este punto ya hemos visto que una cámara de fotos capta una fracción del tiempo y que hemos podido cuantificar el concepto "instante". La utilidad de poder usar diferentes velocidades es precisamente decidir si queremos captar un instante más o menos largo registrando todo el movimiento que ocurra en ese periodo de tiempo.

En ocasiones nos interesará captar el movimiento de nuestro sujeto. Imagina un coche pasando delante nuestro. Bajando la velocidad, pongamos 1/2 segundo, captaremos el coche en todo el recorrido que haga en ese medio segundo. Sí, saldrá "movida", pero en ocasiones nos interesará registrar ese movimiento en la foto para captar en movimiento y darle dinamismo a la imagen.

En otras ocasiones nos interesará "congelar" el movimiento. Es decir, que aunque nuestro sujeto se mueva, podamos obtener una imagen fija. En estos casos debemos aumentar la velocidad pongamos 1/1000 segundos. Siguiendo el ejemplo anterior, captaremos el coche en su movimiento transcurrido 1/1000 segundos, cosa que será inapreciable y conseguiremos el efecto de "imagen fija" o "congelada".

Como ejercicio te propongo hacer fotos a una fuente y seleccionar primero una velocidad lenta  y luego una velocidad alta. Compara las dos fotos y verás que la diferencia es sustancial. En una podrás ver como el movimiento del agua queda difuminado mientras que queda totalmente congelado en la otra.

Esto mismo lo hice yo hace unos años y puedes ver el resultado abajo. La primera foto está hecha a velocidad lenta, 1/15 segundos, y puedes ver el movimiento del agua. En la segunda la velocidad elegida fue de 1/500 segundos y se pueden apreciar las gotas.

1/15 segundos

1/500 segundos

Trepidación

Hemos dicho que la cámara captará el movimiento....incluido el que hace la propia cámara. Sí, la cámara se mueve y la movemos, así que ese movimiento quedará reflejado en la imagen. Estos movimientos es los que se llama Trepidación. Puedes leer un post sobre trepidación en este Blog.

La trepidación se puede dar por el movimiento de nuestro cuerpo al sostener la cámara; movimientos como nuestra respiración, el pulso, o los latidos del corazón, pero también se puede dar por los propios movimientos de la cámara; como el mero hecho de levantar el espejo en las cámaras DSLR. De nuevo, estos movimientos serán más evidentes cuanto más lenta sea la velocidad a la que estemos disparando.

Para evitar la trepidación, debemos sostener la cámara con firmeza. Puedes leer un par de artículos sobre el tema:
http://www.digital-photography-school.com/how-to-hold-a-digital-camera
http://www.dzoom.org.es/noticia-11786.html

Por otro lado, para evitar la trepidación podemos utilizar el trípode, con lo que aseguraremos que la cámara se mantiene firme y estable. Incluso se puede llegar un poco más allá evitando accionar el botón de disparo con el dedo, usando el disparo programado o disparadores remotos. Otras medidas pueden ser la del bloqueo la bajada del espejo de la cámara que está disponible en algunos modelos de cámara.

El efecto de la trepidación se agudiza cuanto más alta sea la distancia focal de nuestro objetivo. Si estiramos nuestro zoom al máximo reducimos el ángulo de visión y por tanto, los movimientos se notan mucho mas.
Existe una norma empírica que dice que para que tu imagen no salga movida, la velocidad a la que dispares   debe ser la inversa de la distancia focal que estés usando como mínimo. Por ejemplo, si disparas con un 50mm tu velocidad de obturación debería ser de 1/50 segundos como mínimo. Si disparas con un 200mm debería ser de 1/200 segundos.






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