En automático: El misterio de las fotos oscuras

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Siguiendo con la serie de artículos sobre los controles automáticos, voy a tratar el tema de la exposición y cómo hace nuestra cámara para decidir dónde tiene que medir la luz para exponer correctamente. ¿O es que no te has encontrado nunca una foto en el que tu motivo principal aparece demasiado oscuro?

¿Cómo funciona?

Algo que me sorprendió cuando empecé a interesarme por la fotografía es saber que, primero, nuestra cámara no es capaz de captar todo el rango de intensidades de luz que sin embargo capta el ojo humano. Esto es lo que se llama rango dinámico y lo sorprendente es que en una cámara fotográfica es bastante más limitado que nuestro ojo. Esto provoca que si no ajustamos bien la cámara, obtengamos escenas con zonas totalmente negras, o totalmente blancas (quemadas). Esto es algo que los fotógrafos tratan de evitar ya que en estas zonas no hay información, y por tanto son irrecuperables en postproducción.

Por otro lado me sorprendió también el descubrir que las escenas dónde hay zonas con grandes diferencias en la intensidad de la luz son mucho más habituales de lo que me imaginaba. Efectivamente, sólo hay que salir al exterior, buscar un precioso cielo azul e intentar hacer una toma de un primer plano.

Entonces, ¿dónde está el problema?. Disparando en automático, nuestra cámara va a decidir la zona dónde va a medir la luz de la escena. Ésta no es otra que la zona matricial. Esto quiere decir que va a tomar todo el encuadre para decidir los ajustes. La cámara entonces decidirá los ajustes en función de ese análisis y de esta forma se "asegura" que toda la escena va a estar bien expuesta y que por tanto no vamos a obtener zonas totalmente negras o totalmente blancas (quemadas).

El problema

¿Es este funcionamiento de la exposición automática incorrecto? no no, no es incorrecto, funciona de este modo con sus cosas buenas y sus cosas malas. Lo único que ocurre es que en determinadas situaciones la decisión de la cámara no siempre va a ser la más acertada.

Veamos un ejemplo. Fíjate en esta primera imagen tomada en automático dónde mostramos un cielo azul junto con una veleta y el tejado de una vivienda. Al hacer la toma en automático, la cámara ha analizado la luz de toda la escena dónde el cielo azul aporta mucha intensidad de luz mientras que el tejado aporta poca. Cómo la cámara ha buscado un valor promedio para que toda la escena estuviera expuesta correctamente, provoca que el cielo aparezca perfectamente expuesto pero, sin embargo, el tejado aparece demasiado oscuro.

imagen expuesta en automático
Escena tomada con control automático. Exposición matricial

Nada grave, es cierto, pero el efecto es notorio cuando lo que queremos destacar es el tejado de esta vivienda. Una pena porque no se aprecian bien los detalles, y el tejado aparece como una uniforme masa oscura.

La solución

¿Cómo lo podríamos haber resuelto esta situación? La solución pasa por decirle explícitamente a la cámara dónde tiene que medir. Es decir, que zona de nuestra escena es la que deseamos que sea la que se ajuste con una exposición correcta. Siguiendo el ejemplo de la foto anterior, esta zona que deseamos ajustar es el tejado. Para hacerlo, una opción es cambiar a modo manual y utilizar la medición puntual o ponderada central para de esta forma asegurar que la medida de la exposición se hace sobre el elemento que deseamos.

Veamos como hubiera funcionado la misma foto.

imagen usando medición ponderada central
Escena tomada en manual. Exposición ponderada central midiendo en el tejado
Fíjate que ahora, nuestro motivo, el tejado, es el que aparece bien expuesto. En lugar de dejar oscura esta zona hemos conseguido que se vean los detalles. Por otro lado, y cómo hemos permitido que entrara más luz a nuestra cámara, el cielo también se ha iluminado, incluso más de lo que le correspondería, pero sin llegar a quemarse. Comparalo con la foto anterior y verás la diferencia.

Conclusión

Al disparar en automático la cámara analizará toda la escena y decidirá ajustar la cámara en un valor promedio. Este comportamiento evitará que obtengamos escenas oscuras o quemadas. Sin embargo en ciertas situaciones, muy habituales por cierto, este comportamiento no será el óptimo.

Y tu, ¿te habías dado cuenta de este efecto cuando utilizamos el modo automático? ¿sabrías ahora cómo hacer un retrato a contraluz?

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