CF3.2 - Temperatura y Balance de blanco

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Foto de gnackgrackgnack en Flickr

Otra gran característica de la luz es su color, o lo que llamaremos temperatura de color a partir de ahora. Efectivamente, la luz, dependiendo de su origen, tiene una tonalidad determinada. Esto que quizá nos pueda sorprender ya que nosotros no percibimos cambios en el color de la luz. Esto se debe a que nuestro cerebro interpreta estas tonalidades de forma automática y hace que interpretemos los colores correctamente independientemente de la temperatura de color.

Nuestra cámara no va a corregir la temperatura de color de forma automática....te suena aquello de las "fotos amarillas"? Es por esto que en fotografía vamos a tener en cuenta la temperatura de color de nuestra escena para corregirla, o todo lo contrario, para potenciarla de forma creativa.

La temperatura de color se mide en grados Kelvin.

Luz blanca

La llamada luz blanca es la que nos llega del sol o la que emite un flash. No tiene ninguna tonalidad, es simplemente blanca. Es una luz de unos 5.500-6.000 grados Kelvin aproximadamente.

Luz de tungsteno (amarilla)

La luz de tungsteno es la que emiten las bombillas incandescentes. Es una luz típicamente amarilla. De nuevo, nuestro cerebro corrige esta tonalidad, por lo que veremos esta luz de color blanco como siempre, pero nuestra cámara la verá amarilla. Si no se corrige, produce una tonalidad amarilla en las superficies blancas y acentúan los tonos rojizos de la piel. Seguro que te suenan esas fotos de tonalidad amarillenta.  Es una luz de unos 2.800 grados Kelvin aproximadamente.

Luz de fluorescente (azul)

La luz de fluorescente es una luz típicamente azulada. Si no se corrige este tipo de luz hace que los objetos de color blanco tomen un tono azulado y hace que el tono de la piel tome un tono verdoso lo que normalmente es desagradable y poco deseable. Es una luz de unos 4.000 grados Kelvin aproximadamente.

Balance de Blanco

En nuestra cámara podremos corregir estas temperaturas de la luz mediante el control de Balance de Blanco o White Balance en inglés. Esto le indica a la cámara con que tonalidad de luz estamos trabajando y realiza las correcciones adecuadas compensando esa tonalidad. Los ajustes pueden ser más o menos detallados según la cámara, llegando algunas a incluso poder definir exactamente los grados Kelvin con los que estamos trabajando.

El funcionamiento general del balance de blancos consiste en la compensación de la tonalidad. Por ejemplo, si nos encontramos en un interior iluminado con bombillas, si nuestro ajuste de balance de blancos está en luz blanca, obtendremos tonos amarillentos. Si ajustamos el control a luz de tungsteno, la cámara compensará esa tonalidad amarillenta, obteniendo un resultado más natural. Siguiendo con el ejemplo, si por el contrario ajustamos el control a fluorescente (luz azul) la cámara compensará el azul "añadiendo" tonos amarillos, por lo que el resultado será una tonalidad todavía más amarilla.

En post producción es posible corregir el Balance de blancos si trabajamos con formatos Raw. Esto hace que haya fotógrafos que prefieran no ajustar el Balance de blancos en el momento de hacer la toma y que prefieran hacer todas las correcciones en post-producción. Bien, cuestión de gustos y preferencias a la hora de organizar el flujo de trabajo.

Uso creativo

Lo que en un principio nos puede parecer un problema en ocasiones es también una herramienta creativa. Jugando con los controles de balance de blanco podemos conseguir efectos interesantes. Un ejemplo es el de simular escenas nocturnas obteniendo tonalidades azules.

Foto de Kerndav en Flickr
Probablemente la foto del ejemplo se consiguió ajustando el balance de blanco a tungsteno en una escena a plena luz del día.

Más de una luz en la escena

La cosa se complica un poco más cuando tenemos más de un tipo de luz en la misma escena. En este tipo de situaciones nos vamos a ver forzados a elegir que luz queremos ajustar y cuál de ellas vamos a "desajustar".

Imagínate la foto hecha en un interior iluminado con bombillas (luz amarilla) donde queremos incluir una ventana por dónde entra la luz del sol (luz blanca). Si ajustamos el balance de blanco a tungsteno, la luz de la ventana tomará una tonalidad azulada. Si por el contrario ajustamos la luz de la ventana, la luz del interior tomará una tonalidad amarillenta.



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