Tres trucos para posar en una sesión de fotos

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Posar para una sesión fotográfica es totalmente antinatural y hace que nos sintamos incómodos con la situación. Provoca que sintamos la necesidad de escapar y simplemente queremos que la sesión pase lo más rápidamente posible. Una de las razones por las que nos sentimos así es simplemente porque no sabemos qué hacer; ni cómo colocamos las manos, como nos situamos ante la cámara y hacia dónde miramos.

Para posar delante de la cámara existen pautas. A mi me gusta seguir algunas que creo que funcionan bastante bien y dan un buen resultado en la imagen final. El resto surge a medida que avanzamos con la sesión. A continuación las explico aprovechando la sesión que mi amigo Roger Prat me pidió hacer recientemente.

La posición del cuerpo o ese medio pie adelantado

Lo primero que me gusta indicar es cómo vamos a colocar el cuerpo. Hemos hablado en otros posts de este blog sobre la importancia de las diagonales y de alguna forma crear cierta "tensión" en la imagen para llamar la atención del espectador. Esto precisamente es lo que busco en la colocación del cuerpo para un retrato: buscar una diagonal, una línea que nos rompa la horizontalidad perfecta de las fotos de fotomatón.

Para ello, simplemente pido a la persona a fotografiar que primero se coloque en paralelo al plano de la cámara, digamos totalmente rectos, y que en ese momento adelante un pie ligeramente por delante del otro. Tiene que ser un poco simplemente, digamos "medio pie".

Con este simple movimiento, provocamos que el cuerpo gire ligeramente respecto al plano de la cámara, y voilá, obtenemos una diagonal en los hombros de la persona a fotografiar.

Mira por ejemplo la siguiente foto de Roger dónde la posición del cuerpo ha provocado la diagonal comentábamos.



La posición de la cabeza y los hombros

Tengo un poco de obsesión con la posición de la cabeza. Me gusta que esté recta, y es justo lo siguiente que me gusta trabajar. Una vez hemos colocado el cuerpo y lo tenemos ligeramente en diagonal, trabajamos la cabeza para que ésta quede totalmente recta. La tendencia natural es esa posición es a mantener la cabeza ligeramente inclinada, cosa que no es nada estética.

Un detalle más de la posición de la cabeza que suelo pedir es la de procurar adelantar la barbilla ligeramente. Es como si quisiéramos imitar a una tortuga estirando el cuello hacia adelante. Y esto ¿por qué? muy sencillo; adelantar la barbilla hacia adelante hace que estiremos el cuello y éste quede mucho más estilizado. Posturalmente es muy incómodo. Recuerdo los comentarios de Roger en este punto, y estoy totalmente de acuerdo. El truco es que luego la foto queda mejor.

Los hombros juegan también un papel importante. Situar el hombro más cercano a la cámara ligeramente más bajo, hace que adelantemos ligeramente la postura y da sensación de proximidad. Esta es la posición del cuerpo que busco. En contraposición, si el hombro queda ligeramente por encima, el efecto es el contrario, la imagen da sensación de alejamiento. Es muy sutil, ya lo sé, pero todo cuenta!

Fíjate por ejemplo en las siguientes dos fotografías. En la de la izquierda, el hombro más cercano está ligeramente más elevado, cosa que de a la imagen un cierto aspecto de lejanía. En cambio en la de la derecha, el hombro ya está más adelantado, haciendo que cambiemos un poco la percepción, dando una sensación de mayor proximidad.

Bueno, si en este punto te sientes como en el juego del enredo, colocando el cuerpo de aquí para allá, no te preocupes, todo es bastante más natural y ¡más fácil de lo que parece!

Los ojos

Los ojos son el elemento fundamental de un retrato. En alguna ocasión hemos dicho que si logramos enfocar los ojos tenemos más de medio camino conseguido para obtener un buen retrato. Efectivamente es una pieza fundamental.

Un truco que me gusta utilizar es el de entrecerrar los ojos un poco. Es muy sutil, imperceptible, pero bastante poderoso. Al hacerlo vamos a transmitir una sensación de seguridad. Es un ¡BANG! un toque final a nuestra imagen que funciona muy bien. Hacer este gesto con los ojos hace en que cambiemos la expresión de la cara ligeramente. Las cejas las mantenemos bajas y hace como si provocáramos que la mirada del espectador se dirija hacia los ojos precisamente.

Fíjate en los ojos de Roger de la siguiente imagen. Esos ojos entrecerrados son los que nos generen una sensación de confianza y de seguridad.




En resumen, dar ciertas indicaciones de cómo colocar el cuerpo para obtener un buen posado hace que obtengamos un mejor resultado final. La posición del cuerpo, los hombros, la cabeza y los ojos son los elementos principales a trabajar.

Y tú ¿tienes en cuenta algún aspecto adicional?


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