Tres razones para tener un objetivo de focal fija además de tu zoom

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Foto de 55Laney69 en Flickr
Posiblemente una de las primeras cosas que hacemos cuando nos adentramos en el mundo de la fotografía es comprar algún objetivo para complementar el kit inicial que acabamos de adquirir. Normalmente las miradas se centran en teleobjetivos, aquellos que permiten obtener una imagen cercana de objetos a cierta distancia. Es quizá lo que nos llama poderosamente la atención y es nuestra primera opción de compra. Por supuesto, tampoco dudamos en que lo que necesitamos es un "zoom", para poder ser más versátiles y poder abarcar un amplio rango de encuadres sin tener que cambiar nuestra posición.

¿Hay algo de malo en todo esto? ¡Para nada! no hay absolutamente nada malo con esto, todo lo contrario. Practicar con diferentes tipos de objetivos es siempre bueno. Si cuento mi experiencia personal, lo que describo arriba es posiblemente lo que yo también he experimentado. Buscar un teleobjetivo y jugar con él fue la primera adquisición fotográfica que hice ya hace unos años, y he pasado también por los objetivos "todo terreno". Me encantan todas estas opciones y estoy muy contento. Sin embargo, quiero también contar las bondades de unos pobres olvidados: los objetivos de focal fija.

Primero de todo ¿qué es un objetivo de focal fija? Un objetivo de focal fija (o objetivo "prime" en inglés) es un objetivo de una focal determinada que por tanto no dispone de un anillo de zoom. Dicho en otras palabras: lo que ves es lo que hay. Un objetivo de estas características, por ejemplo, podría ser un 50mm que únicamente ofrece la posibilidad de obtener esa focal y no nos podemos mover de ahí. Los hay de todo tipo de focales, desde angulares a objetivos "normales" como el mencionado 50mm e incluso teleobjetivos fijos como 300mm, 400mm, 50mm etc.

Y la pregunta que nos podemos hacer podría ser: ¿y es práctico? ¿vale la pena?. Aunque no lo parezca, sí, lo es, y te voy a exponer unas cuantas razones por las que deberías tener uno en tu mochila, y me referiré sobretodo a los de focal "normal" ya que son los que se pueden considerar más versátiles.

Calidad

Primero de todo hay que destacar la calidad de los objetivos fijos. Al no tener componentes móviles y, por tanto, al tener una construcción mucho más sencilla, estos objetivos suelen tener una calidad superior a los objetivos zoom. Por el mismo motivo, por esa construcción más sencilla, los objetivos son normalmente más luminosos, alcanzando aperturas bastante grandes. No es nada extraño encontrarse aperturas de f1.4 o f1.8 en un objetivo de estas características.

El hecho de tener aperturas muy grandes hace que sea un objetivo ideal para jugar con la profundidad de campo reducida que podemos obtener. Nos permite, por tanto, aislar nuestro sujeto del resto de la imagen y hacer que destaque en el encuadre.

Precio

De nuevo, la construcción sencilla de estos objetivos hace que su precio sea también relativamente bajos. Las marcas suelen poner en el mercado objetivos fijos que pueden rondar los 100€-200€. Mi experiencia personal os lo puede confirmar. Mi objetivo 50mm 1.8 de Nikon costó alrededor de los 100€.

Haciendo un rápido rastreo en eBay también podemos encontrar algunos ejemplos:
Nikon 50mm f1.8: 92,90€
Nikon 35mm f1.8: 186,55€
Canon 50mm f1.8: 84€

Comodidad

Otro punto a favor de los objetivos fijos es la comodidad con la que se trabaja con ellos. Son normalmente pequeños y ligeros y por tanto no son nada aparatosos. Muy cómodos de llevar en la mochila sin por ello tener que cargar con un peso excesivo. Es un objetivo para llevar siempre en la mochila y echar mano de él en cualquier momento. Objetivos como los mencionados arriba tienen un peso de aproximadamente 130-150 gramos, bastante más livianos que los objetivos zoom que típicamente pesan entre 500 y 750 gramos.

Por otro lado, el hecho de no tener anillo de zoom, o mejor dicho, hacer que nuestro zoom pase a ser nuestros pies, facilita que nos concentremos en la composición de nuestra imagen. El encuadre de nuestra foto depende exclusivamente de nuestra posición y esto hace que debamos ser más dinámicos en la escena, tratando de buscar el mejor ángulo y la mejor posición.

Conclusión

Considerar un objetivo de focal fija es siempre una buena idea. Su alta relación calidad precio junto con la comodidad de manejo hacen que sea una opción muy atractiva. Si no lo has probado todavía ¡te animo a ello!


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