Pasear por Berlín es sinónimo de pisar los escenarios de la historia posiblemente más triste de Europa. Las guerras mundiales del siglo XX han marcado a esta ciudad y ahora los visitantes, como por ejemplo lo he sido yo recientemente, podemos volver a escenarios del pasado.
De todos ellos me gustaría destacar en Andén 17. Este es un memorial situado en el noroeste de Berlín que recuerda los macabros traslados de judíos a campos de concentración en una fase inicial, y en una segunda fase, a campos de exterminio. Está situado en lo que queda del andén desde donde partían los trenes hacia el este, y consta simplemente de eso, una vía y un andén.
Eso sí, destacan poderosamente las placas colocadas a lo largo de la estructura, en el suelo, dónde se puede leer el registro de cada uno de los transportes: fecha, destino y número de transportados. El entorno hace que el memorial quede en silencio, y que la lectura de todas y cada una de las placas marque un ritmo martilleante al quién lo lee: 23 de octubre del 1941, Berlín-Terezinstadt, 100 judíos.....
Es conmovedor pasear por este sencillo memorial y pensar en la atrocidad humana. Pensar en lo cruel e irracional que puede llegar a ser el ser humano y como la locura se puede llevar al extremo de llegar a tratar otros seres humanos como si de mercancía se tratase.
Queda la esperanza de que este tipo de lugares nos ayude a evitar que este tipo de situaciones se vuelvan a repetir. Que por esas vías, ahora cortadas, no vuelvan a pasar los trenes de la incomprensión y de la muerte. Deseo que el espíritu de libertad y solidaridad que se respira en la ciudad sea el que siga vigente por muchos años y que este tipo de episodios históricos no se vuelvan a repetir jamas.
Suscríbete a mi lista de correo para recibir cómodamente los artículos del blog por correo electrónico
0 comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario!