Como ajustar la cámara en paisajes con nieve

El pasado fin de semana estuvimos de excursión con unos amigos en La Molina, una estación de esquí de los pirineos catalanes. Justo la semana anterior había caído una buena nevada así que se nos presentaba una jornada perfecta para que los pequeños, y no tan pequeños, jugasen con los trineos y la nieve. Si a todo eso le sumamos un tiempo espectacular con un sol radiante, pues jornada perfecta para llevarse la cámara y hacer fotos.

Pues efectivamente, hacer fotos en la nieve teniendo en cuenta las condiciones de luz que nos vamos a encontrar en esta situación. Sí, efectivamente, luz en un enorme escenario básicamente blanco. ¿Qué debemos tener en cuenta?

El aspecto a tener en cuenta en esta situación es que el exposímetro de nuestra cámara nos va a engañar. Mejor dicho, va a interpretar la luz de la escena de forma que el resultado no es el que esperamos. En un capítulo del curso de foto de este blog ya hablábamos de medir la cantidad de luz. Comentábamos ya que el exposímetro de nuestra cámara va a medir la luz y nos va a dar la medida correspondiente a un tono determinado, el llamado gris medio o gris 18%. Es decir, que cuando la cámara mida en una zona determinada, nos retornará los ajustes para exponer un tono medio.

¿Que pasará entonces cuando estemos fotografiando una escena predominantemente blanca como se puede tratar de un paisaje nevado? 

Lo que pasará en esta situación es que el exposímetro de nuestra cámara intentará ajustar toda esa luz que le llega de la nieve blanca a un tono intermedio. Por lo tanto ese blanco que ven nuestros ojos se convertirá en un tono grisáceo por gracia y obra de nuestra cámara y la forma en que se mide la luz.

Veamos lo que pasa cuando tomamos una imagen exponiendo sobre la nieve.

f16, 1/250, ISO 200 

Fíjate que en este caso la nieve ha quedado subexpuesta, es decir, más oscura de lo que debería ser, y toma un tono intermedio que realmente no se corresponde con la realidad.

Y entonces ¿Cómo puedo solucionar este problema?

Para solucionar el problema, y sabiendo que nuestra cámara está subexponiendo la escena en exceso, debemos compensar esa subexposición. Para hacerlo debemos abrir entre uno o dos pasos los ajustes de nuestra cámara. Lo podemos hacer de varias formas ajustando tanto apertura, velocidad de obturación o incluso sensibilidad ISO. En este ejemplo, la decisión fue aumentar el tiempo de exposición a 1/80 (prácticamente dos pasos) obteniendo un resultado bastante diferente.

f16, 1/80, ISO 200

Con estos ajustes, ahora sí, hemos obtenido una imagen dónde la nieve es blanca como debe ser.

Conclusión

Exponer en un paisaje nevado requiere que compensemos la subexposición que se produce al medir la luz en la superficie blanca de la nieve. La forma de hacerlo es abriendo entre uno y dos pasos para que la nieva vuelva a ser blanca.

Y a ti, ¿te ha pasado esto alguna vez?